Hijos del desierto

Caravana de hombres de azul
tras el néctar del mar de Dios
en su rostro refleja la luz
de ese sol que enrojece sus ojos
hermanados por años de aliento
de pujanza con trabajo extremo
horizonte peligroso y oculto
la avaricia es la razón de ello
un ataque de almas sedientas
hace trizas los sueños de estos
solo dos quedaron despiertos
de esa pesadilla voraz
ocultando sus almas al diablo
encargaron las suyas a Alá
inmersos en espantosa agonía
uno de ellos muy cerca esta
de beber de los ríos de vino
y de vírgenes que esperando están
solo pide en un acto piadoso
que su amigo lo ayude a cruzar
ese puente que une la vida
contra cara de la inmortalidad
en un reflejo de pureza absoluta
su cuchillo una llave será
en la vida se busca equilibrio
y si para ello hay necesidad
los extremos no son descartados
para un punto
al final llegar.

Kamen

Cosa del Diablo

Todos creen que tiene un aspecto temible, que es un ser miserable y sin sentimientos, siempre se lo relaciona con las cosas malas que le pasa o hace el hombre. La mente insiste en crear antagónicos. Más aún en este caso, cuando la culpa se le debe atribuir a alguien, sólo porque para ese hecho horrendo no hay respuesta lógica. ¿Por qué, cuando algo bueno sucede, decimos: “Gracias a Dios” ? ¿Y por qué, cuando sucede lo contrario, decimos: “Es cosa del diablo”? ¿Será que lo tenemos tan asumido que hasta he escrito su nombre con minúsculas? ¡Deberíamos mostrar algo de respeto! Alguna vez me dijeron que el Diablo busca las almas débiles y al preguntarme si esto era razonable, encontré con la respuesta de que no, que carecía de lógica. Lo sensato es que Dios busque a los débiles de espíritu para poder ayudarlos. ¿Para que se va a esforzar en los fuertes? Ellos tienen la oportunidad de salvarse; los débiles no. Es como tirar un salvavidas dentro de un bote cuando hay gente en el agua ahogándose. ¡Qué paradoja!, pensé. ¿Será que Dios descarta a sus hijos enfermos para salvar a los que más oportunidades tienen? ¡Qué cómoda solución!. Al contrario, el Otro siempre está, y en mis peores momentos lo considero un amigo. Me ayuda a escribir estas palabras a pesar del exceso de droga; de lo que acabo de hacer, matando a compañeros de trabajo; a pesar de haberle fallado a mi familia y de que en unos minutos la policía tocará mi puerta y me llevarán detenido. Sé que Él estará a mi lado, para aconsejarme siempre.

Kamen

Cuando llegue el momento
De decir adiós
Y por un tiempo se presenten
Las preguntas sin respuestas
Ahí estaré para contestarlas
En el sonido de los mares
En el aroma de las sierras

Cuando las caricias falten
Y solo quede la memoria
el silencio será burlado
cada vez que me recuerdes,
y en la luz de los relámpagos
encontraras la claridad
para saber de mí camino

los años pasaran,
viajare por el tiempo
con iguales vestimentas
me tendrás cuando quieras
En las caricias del viento
y encontrare mi paraíso
En la mirada de ellas

No se extraña
Lo que se tiene por siempre
solo resta que lo creas
para sentir el alivio
del vacío, de la ausencia,
que se desvanece en cada recuerdo
mientras este en tu mente.

Cuando llegue el momento
De dejar en el olvido
Como cadenas pesadas
Que dejan el dolor anclado
Y ya no necesites el llanto
Como el agua, el peregrino
Te pediré que me sueltes

No se extraña
Lo que se tiene por siempre
solo resta que lo creas
para sentir el alivio,
deja la duda de mi presencia
Desvaneciéndose en cada recuerdo
que alegre tu alma.

Kamen

Una lagrima
sobre tu ventana
Que surca indecisa
Buscando el camino
Se llena de otras
Que encuentra a su lado
Inmensa energía
Mostrando su cause
La marca de agua
Refleja al que quiera
Su hilo de vida
imitando las tuyas
Que bajan distantes
Del nido de tus ojos
Que hacen compañía
Como si copiaran
La misma agonía
Una, por la huida
De la madrugada
Las otras, por nostalgia
Al poder mirar
Como en ese instante
lentamente cae
esa suave lagrima
sobre tu ventana

Kamen